lunes, 10 de diciembre de 2007

RESEÑA DE LA EXPOSICIÓN DE 1998 REALIZADA EN LA CASA DE CULTURA DE TORRELAVEGA:



BIENVENIDO GARCÍA AROZAMENA:


Las acuarelas delicadas, transparentes y armoniosas de Arozamena parece que vienen a reivindicar determinadas opciones estéticas, por ejemplo, una puesta de sol o un paisaje nevado, que habían quedado arrumbadas por anacrónicas tras el derrumbe del Romanticismo. El discípulo de Manuel Liaño (el acuarelista de plata) no esconde, cuando pinta, sus sentimientos personales, y su sensibilidad se estremece sin falsos pudores ante el contraluz que precede al amanecer o al declinar de un nuevo día. Como todo artista consecuente con su ideal romántico "no se avergüenza de sus emociones" , por sentirse "demasiado orgulloso de sus ideas" , como recriminaba Ortega a los que sobrevaloran lo racional en detrimiento de lo sensitivo.


Sin embargo, la libertad expresiva de Arozamena no conduce a ninguna clase de exceso emotivo próximo al desbordamiento sentimental, porque el objetivo último de su pintura es "lograr una visión espiritual de la naturaleza y transmitir una sensación de paz" . Su confesado propósito de orden ético no hace sino confirmar esa vaga actitud panteísta que caracteriza a los artistas románticos que identifican Dios y mundo. "Paseo por el Cares" es la aguada que mejor ejemplifica , tal vez, este deseo de deificación de los escenarios naturales, si bien el ahnelo místico del pintor se proyecta sobre cualquier criatura o lugar de la Creación por humilde que sea.


Nadie diría que las hojas doradas de algunas de sus mejores arboledas proceden del bosquecillo forestal de Sniace, una fronda manchada de humo industrial y de sudor fabril. Pero Arozamena no copia literalmente la realidad, sino que la idealiza llenándola de poesía, de ensueño y de lirismo. Por ello, los árboles (obreros) de la ribera del Besaya no tienen menos prestigio visual que los aristocráticos troncos del bosque de Fontainebleau, los modelos predilectos de Monet y de los paisajistas impresionistas.


A veces, la poesía se encuentra sumergida en el propio tema elegido (Santillana, San Vicente dela Barquera , Comillas, el nacimiento del Ebro ) , entonces el pintor intenta captar el alma del paisaje envuelta en blancos cendales de luz. Ni que decir tiene que los juegos de luces son la clave de la obra pictórica de Arozamena.


Mauro Muriedas

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